Un viaje a Namibia es perfecto para el viajero más intrépido que busca paisajes de desiertos, sabanas y costas escarpadas. Limitado por Sudáfrica, Angola y Botswana y separado del vecino Zimbabwe por el enorme río Zambezi, Namibia es a menudo aclamada como la opción de destino perfecta para los viajeros que visitan África por primera vez, ya que abarca una gran variedad de atracciones que personifican el sueño africano de safari y los paisajes vírgenes y salvajes por los que este continente es conocido. Con la vida salvaje y la cultura única de las comunidades indígenas, como los pueblos Himba y San, un viaje a Namibia te abrirá los ojos al corazón de África. La capital de Namibia, Windhoek, en el centro del país, es el punto de partida para la mayoría de los viajes organizados a Namibia e inicio de las exploraciones de las maravillas naturales del país, mientras que Swakopmund, en la costa atlántica, ofrece a los viajeros que visitan Namibia una visión fascinante del pasado colonial del país, con alegres edificios de estilo alemán en una encantadora paleta de colores. Por otro lado, el Parque Nacional de Etosha y Damaraland son algunos de los destinos más importantes para la observación de vida silvestre en Namibia, llenos de animales africanos, especialmente rinocerontes y elefantes. Safaris, observación de ballenas en el Atlántico y escalar las dunas rojas del desierto de Namib; un viaje a Namibia pone estas oportunidades a tu alcance.

Razones para viajar a Namibia
- Recorre Etosha, uno de los mejores parques naturales de África.
- Sorpréndete con los barcos naufragados de la Costa de los Esqueletos.
- Relájate contemplando las dunas rojizas del desierto de Namib.
- Realiza un crucero por Walvis Bay para ver focas y delfines.
- Descubre la cultura del orgulloso pueblo himba.

Qué visitar en Namibia
Costa de los esqueletos
La Costa de los Esqueletos se localiza en Namibia, costa occidental de Africa, donde la llegada de la corriente fría de Bengala produce densas nieblas oceánicas la mayor parte del año. La característica básica de esta costa reside en el hecho de que el Desierto de Namibia llega hasta el Océano Atlántico Sur Los vientos soplan desde el interior del continente hacia el mar, con lo que cae muy poca lluvia, y el clima es completamente inhóspito. Por otro lado, hay un constante y fuerte oleaje en las playas. La costa ha sido objeto de numerosos documentales sobre vida salvaje, en particular sobre la adaptación a la aridez extrema. Muchas de las plantas e insectos del sistema de dunas de arena dependen de la humedad de las espesas nieblas marítimas que engolfan la costa y de los detritos comestibles traídos desde el interior por el viento. La adaptación de los pájaros se ha estudiado desde el punto de vista de su capacidad de termorregulación, estrategias de cría, nomadismo, y su adaptación.

El desierto del Namib
El largo y estrecho, entre 50 km y 140 km, desierto costero se extiende a lo largo de toda la línea costera, intercalándose con franjas de dunas, lechos de ríos secos y cañones muy erosionados. La formación del desierto del Namib es algo peculiar. El río Orange, frontera natural con Sudáfrica, transporta la arena del desierto del Kalahari al mar. La corriente marina distribuye esta arena a lo largo de la costa donde los vientos dominantes hacia el interior transportan el sedimento que se deposita y acumula formando estas espectaculares dunas.

Parque de Etosha
Este parque es uno de los más interesantes de todo África. Se extiende en más de veintidós mil kilómetros cuadrados en los que es fácil ver a los animales deambular en libertad debido a su paisaje de llanuras inmensas salpicadas de acacias y bosques de mopame. Ocupando gran parte de su territorio esta Etosha Pan, que con sus cinco mil kilómetros cuadrados es una enorme depresión de arcilla blanca que suele estar seca durante largos períodos, aunque se llena cuando las lluvias son abundantes. Sus aguas salinas producen el crecimiento de un alga que atrae a numerosas colonias de flamencos. Pueden verse más de cien especies de mamíferos, trescientas cuarenta especies de aves y dieciséis de reptiles, sobre todo en la época seca, cuando se concentran alrededor de las lagunas para buscar agua. Destaca la numerosa población de leones, los guepardos, los elefante sy los rinocerontes negros. Tiene tres zonas de alojamiento: Okaukuejo en el oeste, Halali en el centro y Namutoni en el este. Todos ellos ofrecen acomodaciones básicas pero limpias pues pertenecen al gobierno.

Walvis Bay
Zona de humedales, se extiende en cuarenta y cinco mil hectáreas y en ella se encuentra una salina que alberga hasta sesenta mil aves. Hay una ruta a pie de unos tres kilómetros y un recorrido para hacer en todoterreno que va desde Lovers Hill hasta Sandwich Boundary. Asímismo, en los alrededores se puede disfrutar de actividades tan maravillosas como mini-cruceros para contemplar a los delfines y las colonias de focas. Recorrer las dunas en motos de 4 ruedas o sobrevolar las dunas para descubrir los barcos encallados en la costa con una avioneta.

Windhoek
Paisaje marcado por la erosión de sus ríos secos, que han dejado el paisaje de meseta salpicado de infinidad de colinas. La zona recoge como ninguna otra la mezcla de las etnias tradicionales con la influencia de las colonias de alemanes e ingleses, en un mosaico lleno de colorido. Alberga la capital, Windhoek, punto de partida para los recorridos por el país, que permite pasar algunas agradables jornadas. Su nombre significa “el rincón del viento”. Centro administrativo del país, es una ciudad bulliciosa durante el día, llena de mercados y gente de mil razas. Está rodeada por el macizo de Auas al sur y el macizo de Eros al este, que parecen proteger esta urbe ordenada, que mantiene su espíritu alemán a pesar de que pasó a depender de Sudáfrica en 1915.

Reservas Nacionales y Parques de Animales
